SE APROXIMA OTRO INCENDIO

El Caudillo Abd El Krim Está Esperando Su Hora en El Cairo

Por Victor Almagro

EXCLUSIVO

PARIS.-  En la calle Saad Zagholul-Pachá, en una residencia sin clima de leyenda vive Abd El Krim. El gobierno egipcio le brindó protección desde su última aventura y en El Cairo espera su hora. El Caudillo marroquí ganó sus primeras planas del periodismo mundial cuando encabezó el alzamiento árabe que se proponía abolir el dominio de Francia en el África del Norte. La guerra del Rif concluyó con la derrota y prisión de Abd El Krim, cuya lucha obtuvo el odio imperialista de  León Blum y su partido “socialista”. Correspondió al general Petain en 1926 consumar la represión del movimiento nacionalista. Abd El Krim fue conducido como un precioso botín de guerra a la isla de Reunión, donde permaneció bajo la vigilancia francesa durante 20 años.

El gran momento

Al concluir la segunda guerra mundial el caudillo rifeño fue enviado a Francia, donde debía permanecer en una residencia especialmente dispuesta por el gobierno de ese país.  Pero cuando el prisionero pasó por Egipto, se coloco bajo la protección del rey Farouk y allí permanece desde 1947, tejiendo y destejiendo planes para la emancipación nacional del pueblo marroquí.  Ya es un hombre de 68 años, pero conserva toda su energía y su ímpetu de viejo guerrero feudal.   Aunque habla corrientemente el idioma francés, no lo utiliza nunca, como una afirmación simbólica cuyo significado es obvio aclarar.  Vive con su hijo y algunos amigos en habitaciones simples y ascéticas, donde se platica constantemente sobre los problemas en África del Norte, esa porción del continente negro que constituye para Francia una importante fuente de materias primas.  Abd El Krim ha demostrado conocer al detalle los problemas de su país sometido. En una reciente declaración ha dicho:

El movimiento nacionalista norte-africano reclama la independencia de Marruecos, Alger y Túnez. Los opositores que no quieren admitir la tutela de un colonizador  se han reunido en un movimiento nacionalista que puede considerarse como un gobierno en el exilio.

Revolución por la independencia

Abd El Krim ha dejado sumido en la consternación al periodista suizo que lo interrogaba. Los suizos son criaturas prácticas, dulces y asépticas, que rechazan decididamente los saltos de la historia, la reevaluación de las monedas y las soluciones extra-legales.  El político rifeño, acostumbrado a otro estilo de vida, le ha contestado así al corresponsal suizo: – “Por ahora nuestras actividades se reducen a peticiones escritas, interpelaciones, presentaciones ante la Liga Árabe, la UN y aún Francia. Si la solución al problema de nuestra emancipación se prolonga, nuestra independencia será lograda al precio de una revolución y en una acción armada. Marruecos, Alger y Túnez saben que contaran con el apoyo total de todos los países de la Liga Árabe”. Los planes políticos de largo alcance de los nacionalistas contemplan, por ahora, de acuerdo a las manifestaciones de Abd El Krim, la conservación del Sultán de Marruecos y del Bey en Túnez (siempre y cuando las masas en movimiento no decidan otra cosa). En lo que respecta a Alger, con una población obrera más numerosa y con menos tradiciones feudales, se supone que asumirá las formas políticas de una República. Abd El Krim ha hecho público su pensamiento de tolerar la presencia del capital extranjero y de las empresas foráneas únicamente en la medida que no afecten el desarrollo económico de los liberados estados del África del Norte.  Considera que la explotación agrícola del suelo marroquí, poco explotado aún,  es preliminar a las tentativas de fertilizar el desierto del Sahara y que la colaboración de técnicos calificados no pertenecientes a ninguna potencia imperialista será indispensable en esa gran tarea. Al mismo tiempo Abd El Krim piensa  que gracias a los recursos naturales de África del Norte, los nuevos estados poseerán una cobertura importante de oro, que dará a su economía un poder de compra y una estabilidad de primer orden.  El jefe rifeño no dijo “cuando”.  Pero las silenciosas masas árabes de los protectorados europeos y la ardiente inmigración norteafricana de París, estarán preparadas. Un nuevo incendio se aproxima.

Artículo publicado en el Diario Democracia

Edición del Miércoles 23 de Enero de 1952 (Pág. 1)

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