Hugo STINNES

Visto por MAMBRU

De frente y De PERFIL

ES un hombre duro y experto en substancias sólidas.  El acero es su oficio, pero el acero es demasiado flexible para que su manejo no incline hacia la política.  Así, un magnate de la industria pesada se ve complicado con el proceso histórico que no comprende más que a medias, pero que sin embargo provoca, a veces soporta, y generalmente usufructúa. Hugo Stinnes permanece unido en la reciente historia de la política alemana al núcleo de industriales del Rhur que financiaron el ascenso de aquel austriaco llamado Hitler.  Descendiente de una familia entroncada durante décadas en el negocio de la siderurgia, Stinnes dividía su tiempo de una manera metódica.  En sus oficinas de Essen manejaba las cifras, en Dusseldorf gozaba de la vida, practicaba la política y asistía al teatro.  Porque Dusseldorf era Paris en otros tiempos.  En la Koenigsalle, la gran avenida surcada por el canal brillante, Stinnes y sus colegas platicaban de grandes asuntos en las antesalas de las joyerías.  Aun hoy Dusseldorf  eleva sus edificios bancarios en este equivoco intermedio para Alemania, la siderurgia y el mundo entero.  A pesar de que Stinnes había trasladado tam-[1]

Artículo publicado en el Diario El Laborista

Edición del 12 de Mayo de 1953 (Pág. 07)


[1] El artículo publicado  termina así… no hay en todo el diario de esa fecha una continuación o referencia sobre el mismo.

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