ALEMANIA SE RECUPERA

Triunfos Significativos Cosecha Schacht, el Mariscal de los Números

Por Victor Almagro

EXCLUSIVO

II

PARIS — Antes de llegar a Madrid, el doctor Schacht cumplió una gira por el Cercano 0riente. Oficialmente se informó que el viaje del economista germano se originaba en invitaciones respectivas de Irán y de Egipto. Los consejos que Schacht pudo ofrecer a Mossadegh y a Naguib estaban íntimamente  relacionados con expansión comercial alemana en Oriente. Interrogado por un periodista sobre el objetivo real de su viaje a Irán y Egipto, el doctor Schacht respondió que “el elemento moral y filosófico contenido en las concepciones y los sistemas propios a los pueblos orientales es de una importancia demasiado grande para que el mundo pueda pasarse sin ellos”.

Que Schacht no hablaba en función de discípulo de Kant, sino como émulo de Thyssen, pudo advertirse al aclarar de inmediato: “Desde el punto de vista de Alemania en el elemento económico el qué manda. Desarrollar el comercio con los países extranjeros, es para mi país mucho más importante que intentar hacer una pretendida gran política”. Olvidó aclarar que Alemania no podrá hacer ninguna política, pequeña ni grande, antes de conquistar un puesto en el comercio mundial. De acuerdo al “Financial Times” cuya predilección por las novelas nunca ha sido probada, Schacht habría sugerido a Mossadegh industrializar Irán utilizando las reservas de oro persa. El equipamiento y las máquinas se importarían de Alemania. Un nuevo tratado comercial ha sido firmado entre los dos países, en cuyas cláusulas se estipulan importaciones alemanas de equipos eléctricos, máquinas textiles, motores etc., en cambio de materias primas iranias. El petróleo no figura en estas últimas pero es indudable que Alemania Occidental especula con reemplazar en breve plazo a Gran Bretaña en su calidad de proveedora de Irán y compradora de su petróleo. Es interesante observar que las exportaciones germánicas hacia Irán se han doblado en 1951 y aumentado todavía en el corriente año. El Viaje de Schacht ha quitado el sueño al “Financial Times”. Pero las preocupaciones británicas no terminaban en Teherán. La participación de los oficiales alemanes del Estado Mayor del ejército egipcio, que sirven bajo contrato como instructores, en el golpe  Naguib, facilitó las gestiones comerciales de Schacht.  Si dejamos a un lado antiguos vínculos que acercaban a los árabes a los enemigos de sus enemigos. Sin embargo, sus contactos con el mundo árabe le han permitió medir las complicaciones políticas surgidas con el reciente acuerdo germano israelí. Según se sabe, los estados árabes se oponen a estas reparaciones, que implicarán, sin duda un reforzamiento de la economía de Israel. A este respecto, el doctor Schacht declaró en Francfort: “Todos los hombres de estado árabe que he encontrado, han llamado mi atención sobre el hecho que los acuerdos entre Alemania e Israel que alcanzan a 3.000 millones de marcos de reparaciones, constituyen en su opinión, un golpe llevado a todo el mundo árabe y que de esto podrían resultar graves consecuencias. Seria bueno que Alemania encuentre otra solución satisfactoria para las dos partes”. El gobierno de Bonn no ignora este problema, pues acaba de anunciar que proporcionará 100.000 marcos al fondo de ayuda de las Naciones Unidas, destinados a prestar auxilio a los árabes. Respondiendo a las amenazas veladas de “boycot”, formuladas en Medio Oriente contra Alemania, en virtud del mencionado acuerdo con Israel, el gobierno alemán ha instruido a sus delegaciones comerciales con el fin de hacer observar “que esta medida llevaría perjuicio al comercio árabe más bien que a la economía alemana y que conduciría a una guerra comercial germano-árabe que serviría solamente a terceros”. El doctor Schacht cree que esta contraofensiva psicológica tendrá éxito. La mitad de Alemania hace cálculos.

Artículo publicado en el diario Democracia

Edición del  Domingo 26 de Octubre de 1952 Pág. 1

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