SI LO DICE GRAN BRETAÑA…

Inquieta el Águila Alemana, que ya Demostró Ser Ave Fénix

Por Victor Almagro

EXCLUSIVO

PARIS.-  El Instituto Real de Asuntos Internacionales de Gran Bretaña acaba de publicar un informe cuyos términos interesan en alto grado a la opinión pública de Francia y de Europa.  He aquí algunas de sus proposiciones esenciales: “Unificada o no opina el instituto, Alemania será dentro de cinco años, el miembro más poderoso de la O.T.A.N”.  Esta idea frecuenta las meditaciones de la clase dirigente británica y francesa desde el fin de la última guerra. Pero la preponderancia militar alemana en la OTAN implica otra condición preliminar no menos peligrosa para Francia y Gran Bretaña: la de su desarrollo y recuperación económica, que excepción hecha de los ritmos productivos de la Unión Soviética, indican claramente la capacidad industrial, alemana, repetidamente demostrada.

Esa capacidad, unida al increíble poder de recuperación de los alemanes, vuelve a inquietar a sus más inmediatos vecinos, los que no podrán olvidar jamás que el águila de Alemania ha resucitado en la historia como la milagrosa ave fénix.

La amenaza de Alemania en los mercados controlados por los franceses y británicos es una realidad hace ya más de un año. A pesar de la destrucción de su unidad nacional, operada por los aliados en 1945, las dos porciones de la nación alemana han recobrado rápidamente su potencia productiva. Alemania Occidental extiende continuamente en escala mundial una organización comercial de primer orden que flexibiliza la entrada y triunfo de sus productos industriales.  La expansión comercial alemana es un hecho que anotan amargamente lo exportadores británicos y franceses.  En los que a Francia concierne, la potencia militar de Alemania Occidental. (“aliada” bajo la presión de Estados Unidos) constituye un motivo de inquietud cuyas raíces se hunden en su historia diplomática; Europa era demasiado pequeña para ambos grupos imperialistas desde Sedán.  El informe Británico llevará nuevas razones de tribulación a los estadistas de la Cuarta República.  Otra de las ideas del Instituto británico, puede formularse así: “La OTAN no tiene una política exterior o económica integrada”; Dicha opinión debe interpretarse como un resultado de las contradicciones interiores que sufren Estados Unidos y Gran Bretaña, dos potencias cuyos intereses chocan en numerosos territorios geográficos y económicos; la OTAN está virtualmente en manos del Estado Mayor norteamericano y es obvio que un grupo militar no puede ofrecer una política homogénea cuando los socios que lo integran responden a intereses contradictorios.  El informe agrega otra consideración no menos importante: “Los principales poderes ejecutivos, especialmente para las cuestiones militares, pertenecen a los Estados Unidos; sólo Inglaterra y su imperio ofrecen en la alianza occidental un “contrapeso””.

Esta concepción desnuda las relaciones verdaderas de los aliados, que no siempre las agencias noticiosas ofrecen al público.  Pero se desliza aquí una ingenua aspiración británica; el imperio británico ya no es un “contrapeso” real, pues sus propios asociados menores, como Canadá, Australia o Nueva Zelandia entran en la órbita económica y política norteamericana.  Para terminar, el informe del Instituto Real expresa lo siguiente: “Una parte de la opinión en Europa considera la política de defensa de la OTAN como una política de defensa americana y como una peligrosa provocación a la URSS.  Esta parte de la opinión pública resistirá toda tentativa de reemplazar las políticas extranjeras de la OTAN”.

Esta resistencia evidente de los socios europeos hacia la política yanqui ¿desembocara en una guerra entre occidentales? Stalin lo cree así.  Pero parece que ya no estamos en 1939.

Artículo publicado en el diario Democracia

Edición del  Viernes 24 de Octubre de 1952 Pág. 1

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