ATENAS TIENE BUENOS OIDOS

Grecia Reduce Efectivos sin Disminuir su Valor Combativo

Por Victor Almagro

EXCLUSIVO

            PARIS.- La política griega paso de la dependencia de Gran Bretaña a la zona de influencia norteamericana.  Pero este traspaso de poderes  entre las grandes potencias se efectúa en condiciones diferentes a aquellas que labraron la grandeza imperial de la nación británica.

            Ya no se cuenta en nuestros días con la estabilidad económica ni políticas suficientes para garantizar una subordinación prolongada.  El mundo esta demasiado revuelto.  Estados Unidos, domina sobre tierras sísmicas, si así puede decirse.  A cada paso, los gobiernos europeos ligados a los pactos, defensivos intentan, dilatar la puesta en práctica de los planes militares.  No se trata por ninguna simpatía particular por los países de la Cortina de Hierro, se trata, simplemente, que la carrera armamentista, desorganiza la producción civil, rebaja el nivel de vida y complica las finanzas enfermas del Viejo mundo.  También  Grecia ofrece ahora un ejemplo.

            En una carta dirigida al embajador yanqui en Atenas, el presidente Plastiras le informaba la decisión del gobierno griego  de reducir los efectivos del ejército “sin disminuir su valor combativo”.  Pero la realidad misma disminuye, el valor de la frase. Tampoco el embajador norteamericano se llama a engaño.  Inesperadamente el mariscal Montgomery, que además de militar es británico, declaraba en Atenas a principios de año que el mantenimientos de las fuerzas militares en los países de la OTAN debían ser proporcionados a sus respectivas situaciones económicas y no debía dificultar la reconstrucción y el bienestar de la población.

            El ciudadano británico Montgomery, quería decir a los griegos algo de lo que el gobierno de Londres piensa al respecto.  Y Atenas (lo mismo que Paris o Bruselas) tiene buenos oídos.  Las naciones europeas marchan a remolque  de Estados Unidos en el programa militar.  Tal es la verdad del problema.

            La noticia de la reducción de los efectivos militares ha causado en Atenas “el efecto de una bomba”, dicen los cables. Se indica este gesto del gobierno griego, como un “acto de rebelión” hacia  Estados Unidos.  Nunca como en estos momentos la política gubernamental griega ha encontrado semejante apoyo publico.  Cosa extraña en Europa, el gobierno griego es ahora popular.  Todos los especialistas en cuestiones económicas sabían desde hace meses, que los planes en reconstrucción de Grecia, solo existían en el papel: interesantes gráficos, elocuentes reseñas, fotos sugestivas de “maquettes” no menos atrayentes; era puro material de exposición.  Pero el gobierno se encontraba imposibilitado de llevar a cabo ningún programa efectivo por la falta de recursos.  El programa militar impuesto por Estados Unidos era una bomba de succión.  Con el acuerdo previo del Estado Mayor del ejercito  griego, el gobierno a resuelto radicar las economías realizadas por la disminución del programa armamentista, a las obres civiles de su reconstrucción nacional.  Por otra parte, los griegos se apoyan en el hecho de que varios países del pacto Atlántico poseen un servicio militar de 18 meses. Resulta injusto a su juicio, que Grecia mantenga un servicio de 30 meses.  Ante estos hechos, los corresponsales y diplomáticos yanquis expresaron que el pueblo manifiesta signos de lasitud y que su voluntad de combatir esta desde ahora sujeta a caución.  Frescos semejantes no ha habido nunca en los crudos inviernos europeos.

Artículo publicado en el Diario Democracia

Edición del Miércoles 1 de Octubre de 1952 (pág. 1)

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