LOS GREMIOS CONTRA IKE

El Triunfo de Eisenhower Aceleraría la Nueva Guerra Mundial

Por Victor Almagro

EXCLUSIVO

PARIS- (Especial).- Francia aun posee, entre otras virtudes que la crisis no ha barrido,  la “politesse” o sea una cortesía que le impide reír de lo no obsta para que su prensa sonría con frecuencia.  Las noticias procedentes de Estados Unidos sobre la apertura de la campaña electoral que sostiene el nombre del general Eisenhower ha dado motivo para que los franceses sonrían.  Y no sólo los franceses. Se trata de un candidato que a pesar de haber sido presidente de la Universidad de Columbia, no ha tenido timidez en confesar que había leído solamente tres libros en su vida.  Esto no es un defecto muy grave en ciertas circunstancias, pero en todo caso ilustra en trasfondo espiritual de quien lo proclama con orgullo. El candidato mencionado no ha asistido al acto inaugural celebrado en el Madison Square Garden, lo cual es una lástima, pues el espectáculo artístico-político valía la pena.  El vasto escenario fue cubierto por la presencia colorida de las más famosas “vedettes” de Broadway y los artistas más famosos del género frívolo.  Compañías teatrales y musicales que gozan en este momento del favor del público norteamericano, como los integrantes del elenco de  “South Pacific” o “The King and I” participaron de esta explosión cívica con todas sus voces.  A través de la radio de onda corta, la “estrella” Mary Martin, principal figura de “South Pacific” que se representa en Broadway desde hace varios años y que se encontraba en Londres, cantó para el público delirante la canción “Ike is a Wonderful Guy” (Ike es un tipo formidable), delicada obra poética reelaborada para fines cívicos. “Ike” es la amable abreviatura popularizada en Estados Unidos para designar a Eisenhower durante la guerra. Hasta el conocido compositor Irving Berlín no pudo resistir la seducción de un tema semejante y compuso (en un rapto de elevada inspiración) una canción titulada “I like Ike” (o sea, Yo quiero a Ike).  Su música ha sido adoptada por los partidarios de Eisenhower como himno oficial de la campaña.  En suma una verdadera apoteosis, en la que el arte no estuvo ausente.

            Los sindicatos no se entusiasman

        Como es natural, los verdaderos inspiradores de la campaña son los agradecidos adeptos que se reúnen regularmente en el barrio de la Bolsa de New York, y cuyas acciones han subido vertiginosamente desde que se anuncio la formación del estado mayor europeo, cuyo jefe es Eisenhower.  Pero el rival del mismo partido republicano, que es el senador Taft, no cuenta con tantas simpatías, aunque conoce mejor los recursos electorales de la máquina partidaria.  Si bien Taft no es apreciado por los sindicatos en virtud de su posición anti-obrera, que lo ha llevado a apoyar la ley Smith-Hartley de represión de las huelgas.  Tampoco el general Eisenhower encuentra mucha simpatía en los medios obreros. Se considera generalmente que su triunfo podría acelerar la marcha del mundo hacia un tercer conflicto.  Numerosos comentaristas independientes afirman que una presidencia del general Eisenhower seria la más conservadora de la historia política norteamericana desde Coolidge, que, como se recuerda, fue un ciego instrumento del capital financiero.  Por otra parte, Truman intenta, con toda la sutileza de que es capaz, minar el terreno electoral de Eisenhower.  Su secretario de Defensa, Lovett, acaba de declarar: “Desde que Eisenhower ha aceptado lanzarse en la campaña electoral americana, su influencia ante los gobiernos europeos ha disminuido sensiblemente.  Las capitales europeas escuchan con menos interés los consejos de un hombre que sería llamado a regresar en un porvenir bastante próximo”.  Estas consideraciones de alta política, no inquietan a los partidarios de “Ike”. Frotándose las manos, dicen que Eisenhower tiene mucho “sex-appel” y que las mujeres lo apoyan.

Artículo publicado en el Diario Democracia

Edición del Jueves 28 de febrero de 1952 (Pág. 1)

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