LOS CAÑONES DE LA DEBILIDAD

Pesan Sobre el Pueblo Ruso 35 Años de Insaciable Burocracia

Por Victor Almagro

EXCLUSIVO

PARIS. (Especial).- Las Naciones Unidas poseen numerosos servicios de investigación económica.  Existe una Comisión Económica para la América Latina, que se reúne periódicamente y que produce voluminosos informes, de cuyas cifras se extraen desconsoladoras conclusiones sobre el rol asfixiante desempeñado por el imperialismo yanqui en nuestro continente.  Son cifras “objetivas”,  pero la interpretación de la misma no esta sujeta a censura.  También mantiene la ONU una Comisión Económica para los problemas de Europa, que si bien es cierto no soluciona ninguno de esos problemas permite trazar conjeturas para el desarrollo de los acontecimientos en el viejo mundo. Tal es la virtud eminente de las estadísticas.  Todo depende de quien las maneje.

El ritmo económico de la URSS

El imperio de los zares dejo a la revolución bolchevique una pobre herencia. El aparato técnico de la burguesía rusa, unida por múltiples arterias al capital europeo, fue destrozado o paralizado por la guerra civil que sucedió en 1917.  El nuevo gobierno se vio enfrentado a la tarea gigantesca de levantar virtualmente de la nada una economía cuyo primer objetivo consistía en alcanzar el desarrollo de los países capitalista mas evolucionados.  Los acontecimientos que se precipitaron sobre el  Estado soviético (aparición de una burocracia, influencia política creciente de la pequeña burguesía, aislamiento del país)  fueron los factores condicionantes de la política económica.  La burocracia acaparó para si la mayor parte de la renta nacional y después de aplastar a la oposición se hizo dueña del programa de industrialización postulado por aquella, aplicándola según su propia miopía y según sus propios intereses de casta.

El aislamiento mundial del Estado soviético contribuyó a que gran parte del presupuesto nacional, cuyas cifras reales no se conocen nunca de manera integral, se dedicase a los gastos militares.  Aunque el Kremlin decapitó el Ejercito Rojo en las jornadas sangrientas de 1938, su burocracia no pudo menos que advertir que los problemas de la defensa alcanzaban cada día una importancia más preeminente.  La defensa de la Unión Soviética se redujo para el Kremlin a los gastos militares, ignorando totalmente una defensa política internacional, que, según informados observadores, hubiera sido mucho más eficaz y de un alcance histórico.

Paradójicamente, el abultado presupuesto militar no significo otra cosa que una debilidad política creciente del Estado soviético.  Los responsables de esta situación, por cierto, no estaban afuera sino adentro. Las cifras posteriores a la segunda guerra, publicadas recientemente por la Comisión Económica para Europa de la ONU, reflejan esta orientación, que muestra a la industria pesada soviética en pleno desarrollo, mientas que la producción de bienes de consumo solo ha aumentado de manera muy moderada.  En otras palabras, la burocracia, a treinta y cinco años de la revolución, mantiene al pueblo soviético en un bajo “Standard” de vida como la única forma de echar las bases de una gran industria.

Los desniveles en la producción

Las industrias mecánicas en su conjunto han aumentado desde 1940 un 131% mientras la producción de las industrias ligeras (textiles, calzados, artículos domésticos, etc.) no ha aumentado más que un 17% en el mismo periodo. Es interesante observar que aun este ligero aumento en los productos de consumo son absorbidos por un aumento en la población nacional: En dicho plazo, la población soviética creció de 196 a 206 millones de habitantes.  Al mismo tiempo, la producción agrícola se encuentra en retardo con respecto a la producción industrial.  La población rural ha aumentado, pero la producción de 1940 a 1950 sólo ha crecido un 7%.  A este respecto conviene agregar que la penuria de medios mecánicos de tracción y aun de tracción a sangre es impresionante. Mientras que en Estados Unidos hay 2,3 tractores por cada 100 hectáreas de superficie cultivada, en la URSS sólo existen 0,4 tractores en esa misma superficie.  Las ventajas de la planificación han sido neutralizadas por los altos costos de la burocracia.  Y la guerra asoma su espectro.  El aprendiz de brujo tiene una amarga profesión.

Artículo publicado en el Diario Democracia

Edición del Miércoles 20 de febrero de 1952 (Pág. 1)

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