¿YA NO INTERESA EL REARME?

Francia Confía en los Yanquis, pero los Yanquis Desconfían de Francia

Por Victor Almagro

EXCLUSIVO

PARIS.- Francia ha exhibido públicamente su presupuesto nacional; demostró que el sostenimiento de la guerra contra Indochina le cuesta millones de dólares diarios, que el rearme del país para cumplir los compromisos del ejército europeo depende en gran parte de la ayuda norteamericana.  Pero Estados Unidos ha dicho ¡basta! La discusión sobre los pedidos “off shore”  que hubieran abastecido a Francia de los dólares necesarios, parece haberse cerrado definitivamente y como llevaría implicado una reconsideración de las conclusiones adoptadas en la última Conferencia de Lisboa.  Los norteamericanos sospechan que su decisión podría provocar la caída del gobierno del Pinay, pero prefieren dudar de la veracidad de los datos presentados por los ministros franceses.

La actitud de los norteamericanos con respecto a la tajante metrópoli ha suscitado amargos comentarios en toda la prensa nacional. Por su parte el “Washington  Post” se ha extendido en el tema, ha dicho que Francia en la demanda de los créditos “off shore” ha tomado la actitud de un “bebé llorón” y que la primera expresión que surge en los labios de los norteamericanos cuando se refieren a Francia, es  la de “niña  mimada”. “Ella no tiene derecho —sigue diciendo el “Washington Post”- a ocupar un lugar privilegiado en el mostrador del bar del Tío Sam”.  Por otra parte, también reconoce que “el poder de Francia., en tanto que aliada, podría encontrarse peligrosamente debilitado”.

Los seiscientos veinticinco millones de dólares de pedidos suplementarios que solicita Francia serian imprescindibles, para cumplir les acuerdos de Lisboa y, a la vez,  servirían para absorber gran número de obreros en las fabricaciones militares.  De otra manera. Francia tendría que rehacer su presupuesto militar con respecto a los gastos de Indochina, porque la alternativa es: mantener la guerra colonial o el ejército europeo.  Por lo menos tal es el planteo que presentan los ministros franceses y que, según el “Washington Post”, no es creído al pie de la letra por los norteamericanos.

Esta es una situación que Francia soporta con la mayor dignidad posible,  pero que ya llega a su punto de gran tensión.  “Le Monde” considera que no deben insistir más: “Es necesario no dar la impresión que Francia mendiga créditos que le son rehusados”.  Pero a pesar de que ahora se trate de guardar las apariencias, la realidad es que toda Europa comparte los problemas Francia. Tanto Londres como París ocultan su posición neutralista en la medida de su debilidad, pero intentan sacar el mayor partido te esta encrucijada sin salida.  Toda Europa sabe que la guerra no es asunto suyo. Que no puede esperar ninguna ventaja de la victoria ni de la derrota. Pero los dados ya están echados. El ejército europeo se constituye penosamente y cada día amenaza estrangular las debilitadas economías de las naciones comprometidas.

Una nueva perspectiva parece vislumbrarse en la política norteamericana. “Le Monde” dice: “La verdad es que las divergencias francoamericanas han conducido a muchos observadores, e incluso ministros, a preguntarse si Estados Unidos a raíz de concepciones militares en plena evolución, da siempre la misma importancia al rearme europeo”. Naturalmente que esta posibilidad es una razón más para hacer temblar a esta conmovida Europa.

Artículo Publicado en el diario Democracia

Edición del Lunes 8 de Septiembre de 1952 Pág. 1

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