CHIANG. INSTRUMENTO IMPERIALISTA

Corea es Mercado Insuficiente para la Industria Bélica de EE.UU.

Por Victor Almagro

EXCLUSIVO

PARIS.– (Especial).- Han trascendido algunas noticias sobre la conferencia militar que se verifica en Singapur entre representantes de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.  Es un debate que afectaría el destino de cuatrocientos millones de hombres si los participantes tuvieran suficiente poder para ello.  La realidad dispone su propio juego.  Estados Unidos ha propuesto en las sigilosas sesiones de Singapur utilizar a Birmania y a Formosa como plataformas de ataque para una acción sincronizada contra la China continental.   El teatro de operaciones de Corea ya no es suficiente para alimentar a la industria bélica norteamericana.  La verdadera escena de la política mundial parece tornarse hacia el sur de Asia.  Los políticos norteamericanos comprenden que una guerra futura deberá estallar en esa región hirviente del globo y posteriormente extenderse a Europa.  Este pensamiento comienza a ganar el espíritu  de los dirigentes del Pentágono. Dicha proposición norteamericana encuentra cierta resistencia en Gran Bretaña, débilmente apoyada por Francia, pero todas las resistencias serán vencidas.

En la conferencia de Singapur a reaparecido el nombre del generalísimo Chiang-Kai-Shek como un instrumento militar necesario para una formidable empresa de “desgaste” en Asia.  Desalojado de China por la revolución agraria de Mao, reducido a vigilar desde la isla de Formosa lo azares de su destino, Chiang se enfrenta desde hace dos años con la malaria, el clima infernal y la tuberculosis que diezman sus tropas acantonadas.

Sobre un total de 550.000 hombres, Chiang emplea 120.000 policías para controlar la infiltración comunista entre sus desmoralizadas tropas.  Un tercio de sus 80.000 oficiales no tienen mando efectivo, por falta de soldados y 25.000 hombres han muerto en 24 meses por obra de las malas condiciones sanitarias de la isla.

El opio y la política

Tal es el cuadro de Formosa y la situación actual de Chiang, puño inerte de Estados Unidos en el frente asiático.  Chiang cuesta al presupuesto norteamericano 400 millones de dólares por año y su inactividad, dictada por la política actual de la Casa Blanca, irrita a los senadores de Washington que se preguntan frecuentemente: “¿Por qué no emplear los 600.000 hombres de Chiang-Kai-Shek contra China mientras nuestros muchachos caen en Corea?”.  Esta situación parece acercarse a un punto crítico.

Fueron los británicos los que introdujeron el opio en China para crear un mercado para sus productos industriales. Varias décadas después los civilizadores pudieron (…)[1] de la “pereza” china y del “vicio” chino. Ahora les toca el turno a los norteamericanos.

Si en Formosa Chiang espera la orden y las armas para atacar a China, en Birmania una banda de aventureros integrada por francotiradores chinos, mercenarios birmanos y “agentes especiales” norteamericanos, opera en la frontera de China bajo las órdenes del general Li-Mi.  Este Li-Mi ha podido transformar su banda en un verdadero ejército, por obra y gracia del apoyo norteamericano.  Ofreciendo un salario fabuloso en Asia- 50 dólares mensuales- Li-Mi recluta numerosos soldados y “lansquenettes” de todos los naufragios políticos de Oriente para hostilizar al ejército de Mao.

 Se anuncia que dos fuertes contingentes de tropas chinas han sido movilizadas en las fronteras del Yunán para hacer frente a los ataques de Li-Mi. ¿Cómo paga este general las armas yanquis?  Con opios  que sus soldados roban a los campesinos birmanos a titulo de “rescate”.  Este opio, gracias a la complicidad de la  policía siamesa, se lanza al mercado de Bangkok y de Shangai al precio de 30 dólares, la libra.  Anualmente 100.000 libras de opio son negociados para tan altos fines. ¡Un hermoso asunto para los sabios de las Naciones Unidas!  En la conferencia de Singapur se prepara un plan ofensivo contra China, donde figuran los nombres de Chiang-Kai-Shek y de Li-Mi como portadores de la cultura occidental en Asia.

Articulo publicado en el diario Democracia

Edición del Sábado 3 de Mayo de 1952 (Pág. 1)


[1] Falta un trozo del diario

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