A Juan Domingo Perón por Jorge Abelardo Ramos

De mi mayor estima:
Espero q haya llegado a su poder mi carta anterior en la que le acusaba recibo del mensaje enviado al IV Congreso del partido Socialista de la Izquierda Nacional. Ahora tengo el placer de adjuntarle el ultimo numero “Lucha Obrera”, en el que se reproduce el texto de dicho mensaje y las principales tesis de política argentina, latinoamericana e internacional aprobadas por dicho Congreso. Asimismo confió en que al recibir la presente haya llegado a sus manos el ejemplas de mi libro “Historia de la Nación Latinoamericana” que le remití desde Montevideo.
La posibilidad de viajar a Europa, que le anunciaba en mi anterior, se ha concretado. Estaré en Madrid el domingo 9 de junio. En caso de que sus ocupaciones se lo permitan, me gustaría saludarlo y conversar con Ud.
El empate circunstancial entre Onganía y Alzogaray indicaría aparentemente, como la comedia francesa, que “la guerra de Toya no ocurriría”. Pero creo que nada hay menos solido que este gobierno. La situación actual de nuestro país se reduce, a mi juicio, a ala oposición táctica de las clases y grupos dominantes –civiles y militares, oligarcas, democráticos y nacionalistas –a poner en práctica la Ley Saenz Peña y otorgar al pueblo la plenitud de sus derechos electorales. En otras palabras, dichos grupos coinciden en rechazar la posibilidad de que el peronismo presente el nombre de su jefe como candidato a Presidente de la República en comicios limpios. “La famosa crisis argentina “esconde, medularmente, la hospitalidad de estos grupos a que el pueblo pueda votar. Esto incluye, naturalmente, a los propios electoralistas profesionales, como los radicales y sus aliados minoritarios, que desean una solución electoral bajo garantías expresas de que el poder decisivo del peronismo sea amputado en esa interesante circunstancia. Los “ nacionalistas “ , por su parte , sea como empleados de Onganía o como opositores ,siguen siendo los eternos consejeros del Príncipe de turno , y prefieren , como era de esperar , una solución autocrática, un Estado y prefieren , como era de esperar , una solución autocrática, un Estado teologal , una eficiente policía y discursos con buena factura literaria aunque manteniendo al pueblo lejos de la Casa de Gobierno .De este modo los discípulos de Yrigoyen , inveterados ordeñadores de Sáenz peña y la pureza del sufragio , se han convertido en los gendarmes del fraude . Pareciera que para volver a la soberanía popular , no quedara otra que el de la lucha armada , tal cual la puso en práctica Yrigoyen antes de 1912 y 1916 . Naturalmente, la historia no se repite y es difícil establecer las condiciones mediantes las cuales el pueblo argentino pondrá término a este concierto de mixtificadores . Por ahora, la lucha política en todos los planes es lo que impone el sentido común. En este sentido, debe aplicarse inversamente la sentencia de Clausewitzi “La guerra es la continuación de la política, pero por otros medios”.
Espero saludarlo pronto en Madrid .Hasta ese momento, reciba los más cordiales saludos de

Jorge Abelardo Ramos

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