IMPETUOSA IMBESTIDA

Mientras los Dos Bloques Discuten, Austria Sigue Ocupada

Por Victor Almagro

EXCLUSIVO

PARIS. —      El gobierno austriaco ha lanzado una gran campaña para obtener la liberación de su país. Un extenso memorándum ha sido entregado a todos los Estados que mantienen relaciones diplomáticas con Austria al y el señor Wildner, del Ministerio de Relaciones Exteriores, ha salido de viaje hacia el sudeste asiático para interesar personalmente a los gobiernos por la situación de su país. Austria recuerda que la ocupación alemana se realizó “a viva fuerza”, violando el tratado de Versalles y otros compromisos internacionales. Hasta ese momento el país era considerado por las demás naciones como un Estado libre e independiente.  En el año 1943 los aliados (británicos, norteamericanos y soviéticos), declararon su decisión de liberar a Austria del dominio alemán, considerándola “la primera víctima de la agresión nazi”. Allí mismo consideraron la anexión de Austria “como nula y no sucedida” para poder restablecer el status internacional que le correspondía. Si bien a pesar de todas estas declaraciones podría haberse considerado la ocupación por las cuatro potencias como una necesidad para restablecer la seguridad y el orden, actualmente esta situación no tiene justificativo.

El gobierno austríaco demuestra con amplia información los esfuerzos realizados para obtener la firma de un tratado de Estado y no solamente de un tratado de paz.  Por otra parte, enumera los intentos realizados para obtener un acuerdo entre las cuatro potencias ocupantes, que en algunos casos, no ha merecido ni respuesta.

Una de las razones no insignificantes que determinan la campaña del gobierno austriaco, son los excesivos gastos de las tropas de ocupación que amenazan destruir la economía nacional. En seis años Austria ha gastado 6.400 millones de schillings en especies para .mantener las tropas. El desmontaje de  las fábricas y máquinas se calcula en 500 millones de dólares, y los productos petrolíferos a cargo de las apropiaciones rusas, alcanzaría a 23 millones de dólares. Seiscientas locomotoras y la mitad de la flota fluvial del país han pagado su tributo a los vencedores. La lista sigue interminable y los argumentos de derecho no son menos elocuentes. El gobierno austríaco declara que todas las razones de seguridad que han justificado la ocupación de las cuatro potencias ya han dejado de existir y que el único motivo de la permanencia de las tropas aliadas es debido a los conflictos internacionales de los bloques occidental y oriental. Las declaraciones y documentos aportados comprueban que la actual situación de Austria viola no solamente el derecho internacional, sino también el derecho de gentes. Todos los argumentos, todas las medidas diplomáticas y formales, son esgrimidas en este intento de recuperar la entera soberanía de la nación austríaca. Los viajes del canciller Figl y del señor Gruber, tanto como los del funcionario del Departamento de Exterior, Wildner, tienen por objeto interesar a las naciones amigas por la anómala situación. Las cuatro potencias directamente interesadas han sido informadas detalladamente de las reivindicaciones austríacas, y en su impetuosa embestida el gobierno encara corno tentativa final llevar el problema al seno de las Naciones Unidas.

 Pero el gobierno austríaco, sumergiéndose en esa marea de memorándums y conferencias, parece olvidar que la guerra “fría” es apenas una forma atemperada de la verdadera guerra. La paz y el derecho, todavía son temas de discusión en las reuniones internacionales.

Artículo publicado en el diario Democracia

Edición del  Lunes 1º de Septiembre de 1952 Pág. 1

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